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¿Cuándo fue la última vez que le hablaron directamente a tu Alma?

  • Foto del escritor: Livi Betancur
    Livi Betancur
  • 20 oct
  • 4 Min. de lectura

Hay momentos en la vida en los que alguien dice algo y no pasa por la mente, sino por el alma... ¿Te ha pasado?


Escuchas y, sin saber por qué, algo se mueve dentro: el alma se acomoda, se aclara, se despierta, se conmueve. Como si alguien, sin proponérselo, tocara un lugar que estaba esperando ser recordado.

 

Esta semana me pasó varias veces. Y una de ellas fue escuchando a Alexandra Whittington, futurista, investigadora y conferencista internacional que participó en la III Cumbre de Capital Humano de DCH en Chile.


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Su conferencia sobre su libro Aftershocks and Opportunities: scenarios for a Post-Pandemic Future (Réplicas y Oportunidades: escenarios para un Futuro Post-Pandemia) me dejó pensando en algo que me acompañó toda la semana: los polímatas.

 

Alexandra habló de los polímatas como esas personas que integran saberes distintos —la ciencia, el arte, la filosofía, la tecnología— para crear nuevas formas de ver el mundo.

 

Un polímata no es alguien que sabe mucho de todo, sino alguien que hace conexiones entre mundos diferentes. Son personas que ven patrones donde otros ven caos; que combinan la ciencia con la poesía, la tecnología con la empatía, el arte con la estrategia.

 

Personas como Leonardo da Vinci: pintor, inventor, anatomista, músico e ingeniero. Su genialidad no nació de una especialización, sino de su capacidad para conectar la observación del cuerpo humano con el diseño de máquinas y la belleza del arte. El entendió algo esencial: la sabiduría está en la integración, no en la división.

 

En esta era de inteligencia artificial, ser polímata es una forma de cuidar el alma, porque lo que mantiene viva nuestra esencia no es dominar una sola cosa, sino atrevernos a conectar todo lo que somos: nuestras emociones, nuestros talentos, nuestras contradicciones, nuestros sueños.

 

La palabra polímata viene del griego polymathḗs, que significa “el que ha aprendido mucho”. Pero su sentido más profundo no está en la cantidad de conocimientos, sino en la capacidad de integrar lo aprendido para crear algo nuevo, humano y con sentido.

 

El alma tiene un lenguaje sutil, distinto al de la razón. Y hay muchas formas de escucharla si estamos atentos:

 

✨ En el silencio, cuando la mente se aquieta y por fin se oye lo que llevamos dentro.

✨ En un libro que nos confronta, y sentimos que cada palabra fue escrita para nosotros.

✨ En una conversación auténtica, cuando alguien nos comparte su historia y despierta algo dormido.

✨ En una melodía, en un verso, en una imagen que nos conecta con lo que amamos.

✨ Y también... en una conferencia que te impacta.


Hablar con el alma es una práctica de humildad. Es aceptar que no todo se entiende, pero todo puede sentirse. Es recordar que dentro de nosotros hay un espacio silencioso que sabe quiénes somos, incluso cuando nosotros lo olvidamos.

 

Ser polímata no es tener muchas profesiones ni dominar muchos temas: es permitir que las distintas partes de ti conversen entre sí:

 

Tu parte racional con la emocional.

Tu pasado con tu presente.

Tu vulnerabilidad con tu fortaleza.

Tu intuición con tu acción.

 

Hace unos días, mientras escuchaba a Alexandra hablar sobre cómo la IA está acelerando el aprendizaje humano, pensé en cómo la verdadera transformación no está en procesar más información, sino en sentir lo que aprendemos.

 

Tal vez para el alma, ser polímata es integrar las piezas sueltas de la vida: las caídas y los logros, lo que aprendimos en el trabajo y lo que aprendimos amando, lo que sabemos hacer y lo que aún no nos hemos permitido intentar.

 

Oliver Sacks fue un neurólogo, humanista y melómano apasionado. Desde joven tocaba el piano y tenía una relación muy profunda con la música.

En su libro Musicophilia: Tales of Music and the Brain (2007), exploró cómo la música impacta el cerebro, las emociones y la memoria, mostrando casos de pacientes que recuperaban movimiento, lenguaje o vitalidad gracias a ella.

 

Decía que escuchar música lo ayudaba a “ver a sus pacientes como seres completos, no solo como cerebros enfermos”, y que el ritmo y la melodía eran “puentes hacia su humanidad”.

 

En entrevistas y escritos, hablaba del poder de la música para despertar memorias en pacientes con Alzheimer, aliviar temblores en Parkinson, y reanimar la conexión emocional en quienes parecían “ausentes”.

 

Esa es la esencia del polímata: usar lo que aprende en un campo para transformar otro. Donde otros vieron separación, él vio resonancia.


✍️  Ejercicio de la semana: escucha el lenguaje de tu Alma

Esta semana, busca un espacio que te permita escuchar distinto. No con la mente analítica, sino con el alma abierta. Puede ser una conferencia, un podcast, una conversación o un rato de silencio contigo mismo.

 

Pregúntate:

 

1️⃣  ¿Qué sentí?

2️⃣ ¿Qué se movió dentro de mí?

3️⃣ ¿Qué quiere decirme mi alma que mi mente no ha querido escuchar?

 

A veces, basta una palabra o un gesto para encender una transformación.



 Y hablando de esos lugares donde el alma se sintoniza, quiero invitarte a un evento muy especial:


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PULSO 2025: un espacio para sintonizar el alma 

 

🎤 Pulso 2025, organizado por ACRIP

📅 12 de noviembre de 2025

📍 Bogotá – Maloka City Hall


Un espacio para hacer una pausa, recargarte, profundizar en tu autoconocimiento y seguir creciendo.

 

No es un evento solo para los de talento humano: es para ti, que estás buscando propósito, que quieres reconectarte con tu alma y recordar lo que de verdad importa.


llí estarán tres voces que estoy segura tocarán tu alma:

 

Daniel Habif, Pilar Sordo y Diana Uribe.

 

Una combinación perfecta de energía, sabiduría y sensibilidad.



Y te dejo con este video de Daniel Habif; un recordatorio de que cada palabra puede ser un puente hacia ti mismo...


 

 

La conciencia no siempre llega en un acto grandioso.

A veces, llega en una voz, una frase, o en el silencio entre dos palabras.

Lo importante es escuchar con el alma despierta, porque ahí es donde todo empieza a transformarse.



Un abrazo,



Livi Betancur - Coach y mentora en emprendimiento y talento humano

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