¿Qué historia de tu vida merece ser contada?
- Livi Betancur

- 3 nov
- 5 Min. de lectura
¿Cuándo fue la última vez que alguien te pidió que le contaras una historia de tu vida?
No una anécdota rápida, sino una de esas historias que se cuentan despacio, con pausas, con detalle, con brillo en los ojos…. esas que se quedan para siempre en tu corazón.
En Seguros Bolívar tenemos algo que nos hace únicos: nuestra gente.
Personas que, desde el corazón, creen que servir es una forma de transformar. Y una de las formas más hermosas de ver eso en acción es a través del programa VISIONARIOS: Acciones que transforman, de la Fundación Bolivar Davivienda.
VISIONARIOS es una iniciativa que moviliza a nuestra gente tanto activa como pensionada para liderar proyectos sociales que impactan comunidades desde la empatía, el conocimiento y la acción. Su propósito es claro: transformar realidades a través del voluntariado con sentido, acompañando causas que fortalezcan la educación, el bienestar y la inclusión.
Cada año, cientos de voluntarios comparten su tiempo, sus talentos y su energía para crear soluciones sostenibles. Y dentro de esas historias de transformación, hay una que me llegó al alma: la de Jair Atehortúa.

Jair es ingeniero industrial, líder en tecnología, pero sobre todo un humanista. Desde el Centro de orientación familiar acompaña procesos que fortalecen los vínculos entre las personas, familias y generaciones. Él es un ejemplo de nuestra declaración: “En nuestras manos está hacer un mundo mejor”.
Por eso cuando conoció VISIONARIOS, vió la oportunidad perfecta para unir sus dos pasiones: la innovación y el servicio. Así nació “Conexiones de sabiduría” un proyecto que une a jóvenes y adultos mayores para escuchar sus historias de vida, preservar la memoria, recuperar la voz de la experiencia y convertir la brecha digital en un puente de encuentro.
Verlo actuar me recuerda que el liderazgo más poderoso nace del amor por los demás.
Jair no solo cree que la ingeniería sirve para optimizar procesos, sino también para reconectar lo humano. En su proyecto, los adultos mayores no son espectadores: son protagonistas. Los jóvenes no enseñan: aprenden. Y la tecnología no aleja: acerca.
Su iniciativa me recordó que los grandes cambios no nacen solo de la innovación técnica, sino de la innovación humana: de atrevernos a aprender juntos y reconocernos como parte de una misma historia en distintas etapas.
Pero nada de esto sería posible sin una de las habilidades más humanas, y paradójicamente, una de las más difíciles de cultivar:
escuchar al otro.
La palabra escuchar viene del latín auscultare, que significa “prestar atención con el oído y con el alma”. Escuchar no es oír: es abrir un espacio interior para el otro.
Confieso que algunas veces, especialmente cuando estoy en modo creación y con la mente llena de ideas, me cuesta escuchar de verdad. Me doy cuenta de que mi atención se dispersa, que quiero responder rápido o que mi cabeza ya está pensando en lo siguiente.
Escuchar me ha exigido pausa, presencia y humildad.
Y no soy la única. Un estudio del Centro Latinoamericano de Comunicación Estratégica muestra que en América Latina el 68% de las personas interrumpe antes de que el otro termine de hablar, y solo el 17% considera la escucha activa como una fortaleza.
Somos una cultura que habla más de lo que escucha. Pero cuando lo hacemos… algo profundo cambia.
💡 El poder de una conexión auténtica
Más del 63% de los adultos mayores en Colombia no utiliza Internet. Eso significa que muchas de sus historias —sus aprendizajes, sus recetas, sus inventos, sus consejos— corren el riesgo de perderse con el tiempo.
Pero gracias a la iniciativa de Jair, 22 adultos mayores y 10 jóvenes compartieron espacios de juego, arte y escucha profunda, donde aprendieron juntos, rompieron barreras, y transformaron la brecha digital en un puente de sabiduría.
Los resultados hablan por sí solos: un NPS del 100% en las jornadas finales, y 22 historias de vida convertidas en piezas audiovisuales que quedarán como legado. Jair lo resume con una frase que me encantó:
“La conexión entre generaciones no solo une personas, sino también tiempos. Nos enseña que la sabiduría del ayer puede ser la solución del mañana.”
Creo firmemente en el poder de los encuentros intergeneracionales. Durante más de una década he visto cómo las organizaciones se transforman cuando jóvenes y adultos trabajan desde el respeto y la curiosidad mutua.
Cuando escuché a Jair hablar de su proyecto, sentí que estaba viendo materializado el espíritu mismo de Ganas y Canas: la unión de la energía ganosa de quienes empiezan con la sabiduría serena de quienes han recorrido el camino.
Su iniciativa me recordó que los grandes cambios no nacen solo de la innovación técnica, sino de la innovación humana: de atrevernos a escucharnos, a aprender juntos, a reconocernos como parte de una misma historia en distintas etapas.
En Conexiones de Sabiduría hay datos, sí. Pero sobre todo hay alma.Y eso, para mí, es lo que realmente transforma.
¡Felicidades Jair! Tu altruismo, tu talento y la forma como has liderado este proyecto, son una inspiración constante para mí.
✍️ Ejercicio de la semana: Un puente llamado escucha
A veces creemos que escuchar es un acto pasivo. Pero escuchar, de verdad, es un acto de liderazgo, porque requiere atención, empatía y curiosidad genuina.
Cuando alguien se siente escuchado, florece.
Cuando alguien escucha con el corazón, se transforma.
Y cuando ambos se encuentran, nace algo que ninguna máquina puede replicar: la conexión humana.
Te invito a que esta semana:
1️⃣ Pienses en alguien mayor a quien admiras o de quien hace tiempo no sabes.
2️⃣ Llámalo o visítalo, sin prisa. Pídele que te cuente una historia de su vida.
3️⃣ Escúcha la historia sin interrumpir. Si puedes, grábala o escríbela después.
4️⃣ Agradece por ese momento de conexión y comparte una frase o aprendizaje de esa historia con alguien más.Te prometo que al final, algo dentro de ti también se digitalizará… pero en el alma.
Y no olvides que tu historia también podría convertirse en una Conexión de Sabiduría. Así que no temas compartirla, porque nunca sabes quién necesita escucharla…
Y por último, quiero invitarte nuevamente a que me acompañes en PULSO 2025:
12 de noviembre de 2025
Bogotá – Maloka City Hall
Un espacio para poner en acción el Arte de Escuchar.
Allí tendrás la oportunidad de escuchar, entre muchos conferencistas inspiradores, a la mujer que convirtió la historia en un arte de escuchar...
Diana Uribe; una historiadora, escritora y narradora colombiana que ha transformado la manera en que aprendemos y sentimos la historia. Durante más de dos décadas ha dedicado su vida a traducir los grandes acontecimientos del mundo al lenguaje del alma, acercando a las personas a la historia a través de la radio, los podcasts, los libros y la palabra hablada.
Su voz se volvió parte de la memoria colectiva de nuestro país gracias a programas como La Historia del Mundo, Universos Paralelos y El Viaje del Mundo, donde ha contado con emoción, rigor y cercanía los relatos que nos unen como humanidad.
Más que una historiadora, es una contadora de historias que despierta conciencia.
Diana cree que las historias no son solo hechos del pasado, sino herramientas para entender el presente y construir el futuro. Cada relato que narra es una invitación a escuchar; al otro, a la vida, a nosotros mismos...
Escuchar es siempre un viaje: uno donde entendemos que la memoria, cuando se comparte, florece.
Un abrazo con todas mis ganas y canas,





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