PURACÉ 🙌✨ Un sueño conjunto
- Livi Betancur
- hace 19 minutos
- 3 Min. de lectura
La Navidad no siempre llega con respuestas, pero sí con invitaciones profundas.A detenernos. A volver a la mesa. A preguntarnos qué es lo que realmente nutre nuestra vida.
Esta temporada nos recuerda que no todo lo importante hace ruido. Que los vínculos, los sueños compartidos y los proyectos que nacen del corazón crecen en silencio, como los alimentos preparados con paciencia y amor. Cada gesto sencillo —como compartir el alimento en familia— puede convertirse en un ritual sagrado, en un recordatorio de que cuando cuidamos lo esencial, la vida florece.
Un gesto que se transforma en propósito
Por eso, este año, Isa, Carlos y yo —en compañía de nuestros seres queridos— decidimos hacer un regalo distinto. Un regalo que no solo llega a quienes lo reciben, sino también a quienes se atrevieron a soñar.
Elegimos apadrinar un proyecto lleno de amor, conexión y, por supuesto, ¡GANAS! Un emprendimiento que representa la fuerza de las segundas oportunidades, el poder de la familia y la valentía de empezar de nuevo cuando la vida cambia de rumbo.
La historia de Sharira y Nicolasa: cuando la resiliencia encuentra forma
La historia de Sharira es una de esas historias que no se cuentan desde la prisa, sino desde la verdad.
Se formó como Administradora de Recursos Humanos en Venezuela y construyó una sólida carrera profesional en empresas como Radio Caracas Televisión, Lácteos Los Andes y el sector financiero, donde llegó a desempeñarse como Ejecutiva de Negocios. Pero la vida —y el contexto— la obligaron a reinventarse una y otra vez. El cierre de empresas, la expropiación, la incertidumbre.
Luego vino la decisión más dura: emigrar.Llegó a Colombia como madre soltera de dos hijos, recién viuda, cargando duelo, esperanza y la certeza de que debía volver a empezar. A pesar de su experiencia y preparación, la realidad le pidió humildad y resiliencia. Cuidó adultos mayores, tocó puertas y sembró vínculos.
En uno de esos encuentros, conoció a Jenny, una mujer generosa que vio en Sharira algo más que necesidad: vio potencial. Fue ella quien confió en Sharira y le entregó un pequeño gran tesoro: un emprendimiento artesanal de mantequilla clarificada (ghee) que aún no podía crecer formalmente.
Esa confianza fue la chispa.
Hoy, Sharira trabaja junto a su mamá, Nicolasa. Madre e hija, codo a codo, han hecho realidad PURACÉ: una marca que honra lo natural, lo auténtico y lo bien hecho. Han sacado adelante los permisos, los procesos, la legalidad… y, sobre todo, han puesto el alma en cada preparación.

PURACÉ no es solo sus productos. Es empatía. Es resiliencia. Es coherencia. Es una empresa que cree que la calidad empieza por el cuidado, y que el bienestar del ser humano es el verdadero centro.
Como lo expresa su misión: ofrecer productos naturales y saludables que mejoren la calidad de vida, promoviendo un estilo de vida consciente, desde la integridad y la autenticidad.
Apadrinar este proyecto es nuestra forma de decir “sí” a los sueños que se construyen con paciencia. Es también una invitación a recordar que la generosidad no siempre se trata de grandes gestos, sino de elecciones conscientes que multiplican esperanza.
Hoy queremos desearte unas Felices Fiestas. Que esta Navidad te invite a nutrir lo esencial. A cuidar tus vínculos.A creer en tus ideas. Y, si puedes, a darle alas a los sueños de otros.
Porque cuando elegimos cuidar lo que verdaderamente importa, la vida florece.
Un abrazo,

